La mano de Dios

Tras volver de mi segundo intento fallido de reconquistar las américas del sur, véase foto adjunta de la rabadilla del mundo (al ojete mismamente llegué tres días después), y tras estar perdida a 1000kms de la Antártida, me encuentro con que la Be. ha parido y esto está en ruinas, por lo que voy a hacer un gallardonazo y recuperarlo un poquillo, eso sí, sin usar los dineros del buen contribuyente madrileño, aunque si alguno quiere aportar económicamente, tampoco nos vamos a negar.

Mi última gran afición televisiva, aparte de la temporada incipiente de patinaje artístico, es PRISON BREAK. Serie intrigante donde las haya, más que Perdidos en sus inicios, aunque desgraciadamente ésta se encuentra en su tercera temporada igualita que su título (mención aparte merece el último emitido en USA, de lo mejorcito de este año).
La serie protagonizada por este mulato más blanquito que yo ( y ya es decir), el cual está para mojar pan, te engancha desde el principio e incluso te hace pensar que cuando consigan salir de la trena ( sí sí, lo consiguen al final de la primera temporada, para los que no lo hayan visto se lo acabo de jorobar) la serie va a perder en emoción. Ni mucho menos, se vuelve más interesante si cabe, aunque parece que están empezando a dar señales de agotamiento creativo ante una trama tan enrevesada, con lo que volvemos al tema de Perdidos, se lían tanto que al final no saben por dónde salir. Esperemos que el capítulo 2x12 sea sólo un espejismo y se vuelva a ver y sentir esa atmósfera angustiosa que implica al espectador y atrae a las féminas con esos maromos sudorosos huyendo de un lado a otro de los USA.
Con estos calores que me han entrado me surge una pregunta: ¿alguien sabe lo que le ha pasado al zumao que le leyó el tatuaje?Qué habrá sido de aquel pobre hombre....

En fin, para que luego no me digan que estoy más salida que el pico de una mesa, es mi deber comentar una serie que emiten en Canal + desde hace poco tiempo y que hará furor entre los anglófilos como yo: LITTLE BRITAIN. Digamos que podría ser una mezcla entre los Monty Python y Benny Hill sin tetas ni culos. Aquí no hay tíos buenos, todo lo contrario, los dos creadores se dedican a retratar la sociedad británica en pequeños gags, protagonizados por personajes de lo más curioso, como la macarra barriobajera Vicky Pollard ("No but, yeah but") o Daffyd, que presume de ser el único gay del pueblo, frase que repite hasta la saciedad ("But I'm the only gay in the village!"). Por suerte para los televidentes, esta serie cayó en manos de un canal decente y se emite en versión original subtitulada, cosa que ni por asomo habría ocurrido de emitirse en alguna otra cadena.

Les recomiendo sobre todo ésta última, merece la pena echarle un vistazo a los vídeos, aunque sólo sea para ver la caracterización de los protas, que es alucinante.

Por último, pido a Be. que se ponga las pilas y deje a su retoño unos instantes para contarnos su experiencia maternal. Si no encuentra inspiración, rogamos a su esposo y padre postizo mío que la preñe de nuevo, ya que en ese estado tuvo momentos de gran lucidez.

Fdo:
Maradó Maradó, ché!