Thursday, February 16, 2006

Mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver, no habrá ni penas ni olvido.




Hay un lugar al otro lado del Charco donde se ven minas con polleras, sólo se cogen seres vivos (o muertos, quién sabe), el Tigre no es un animal, la gente se corre mostrando educación, se comen panchos, se bebe en boliches, se viste con remeras y el mate se bebe con una bombilla.

Un lugar donde acabar no es terminar, currar no es trabajar, un pucho es un piti, el orto es donde la espalda pierde su santo nombre, la concha no es parte de un molusco y donde se dice "dale" en vez de "vale".

Ese lugar maravilloso que tuve la oportunidad de visitar hace unos meses está lleno de gente estupenda, comida riquísima y tabaco barato.

Aquella ciudad te enamora con sólo pisarla. Sus grandes avenidas, sus callejuelas estrechas, todo te hace pensar que estás en casa. Eso me ocurrió a mi, sobre todo porque un grupo de personas, a las que llamo mis "Dieguitos y Mafaldas" con todo mi cariño, hicieron que me sintiera mejor que en Galicia. Me demostraron su afecto desde el momento en que llegué y por ello les dedico este pequeño espacio, una pequeña muestra de agradecimiento ante todo el cariño que recibí de personas con las que sólo había hablado por teléfono y siempre, o casi siempre, por motivos laborales (de laburo como dirían ellos).

Nunca olvidaré el recibimiento en Ezeiza, el tren hasta Devoto, el bondi a Villa del Parque, el asado en La Pava, la comida en la Pza San Martín, el mate en el Tigre, los recorridos en auto por "essssta" y esos piropos a mi acento "gashego", entre otras cosas.

Os recomiendo a todos que vayáis si podéis a ese país re lindo. Merece la pena volar 12 horas en un asiento minúsculo; en cuanto llegas se te olvida.

Ha sido difícil plasmar con palabras lo re bien que la pasé estando allá, pero creo que os podéis hacer una ligera idea.

Ah y no podréis negar que he progresado adecuadamente en mis lecciones de porteño.

Como dijo Terminator: "Volveré".

Fdo.

Mis ingles

P.D: este artículo va dedicado a todos los porteños, en especial a: El Gilipollas (con él llegó el escándalo), El Borde, El Rusito, Paco Gerte, mi Negrita Linda, Lupita y su fan de Coldplay, El Majo de los Majos, mi otra Negrita y su Gordi, la fan de Soda y su músico, y a mis dos queridos argentinos en el exilio: Dra Halufa y Air France. (si se me ha olvidado alguien, mil perdones).

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